domingo, 23 de noviembre de 2008

Emigrantes

La humanidad ha emigrado por siglos, especialmente en algunas regiones como Galicia o Cuba, donde parece que hay un intercambio de emigrantes con un siglo de diferencia. Muchos gallegos somos hijos de emigrantes y compartimos raíces con los Cubanos. Debemos recordar que acontecimientos importante de Galicia ocurrieron en el exterior, y aquí en La Habana fue donde se imprimió por primera vez Follas Novas de Rosalía de Castro y si mal no recuerdo fue también testigo de la primera vez que los gallegos oyeron su himno.

Desde que he llegado a esta isla he oído historias de emigración por cada esquina, tanto de exitosa como frustrada. He oído mil historia de Cubanos emigrados a Miami donde ahora viven con las comodidades que su tierra natal les prohibía, de aquellos que han intentado salir varias veces y no lo han podido conseguir, historias de balseros de los años 90, donde se llegaron a acumular 32000 personas en la Base Naval de Guantánamo hasta que un barco los llevara a la tierra prometida.

Hace unos días se fue la hija de uno de los que administra la beca en la que estamos viviendo. Emocionado me comentó como su hija en menos de una semana pudo ver como la gente llenaba en carro de la compra por 30€, donde la carne de res no era para ricos y donde recibió su primer móvil cuando llegó al aeropuerto. Además me comentaba la variedad de comida existente, ya que aquí la dieta se resumia a arroz, frijoles y poco más.

Ayer una chica me comentaba como su padre se fue a vivir a Miami, a pesar de lo mucho que quería Cuba. Me estuvo enseñando fotos donde él posaba con su nuevo coche, su ordenador, su piso bastante amplio, fotos en centros comerciales, parques de atracciones, lugares turísticos. Al dorso de cada foto iba un comentario sobre ésta. Le pregunté si había visitado al padre en alguna ocasión, y me comentó que ella no puede ya que cualquier persona de su edad (18 años) tiene riesgo de fuga del país. Cuando le pregunté si el padre la había visitado me recomendó que la administración de Bush solo permite una visita cada 3 años, y que en caso de que hiciera la visita por un tercer país correría el riesgo de una gran multa o ser expulsado del país.

Hubo un día que me impresionó mucho. Estaba paseando por el Malecón y decidí caminar alrededor de la famosa oficina de intereses. Esta zona está bastante vigilada y por lo tanto uno solo puede caminar y no pararse a observar. Un día vi a una mujer de unos 70 años salir de ésta, y de repente su familia que estaba alejada se acercó y se fundieron todos en un gran abrazo, donde la mujer no podía contener las lágrimas. Ahí pude oír la frase "Enhorabuena abuelita, que por fin vas poder ver a tus nietos". Al día siguiente un hombre me comentaba impotente que le habían negado varias veces una visa de visita, y que se había gastado alrededor de $1.000 en los procesos para la obtención de la visa. Al final me comentó: "No es fácil, ahora me la está negando los Estados Unidos, pero el día que me la acepten es muy probable que sea denegada por el gobierno Cubano".

Aquí acaba este post sobre emigración, ese fenómeno que separa familias para darle mayor bienestar a estas.

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