domingo, 2 de noviembre de 2008

Culturizándome


Hace una semana fui a desayunar a una pequeña pasteleria donde voy aproximadamente una vez con semana a darme el capricho de un café con leche y un caracol relleno de crema. Cuando me paso por allí intento llevar el periódico (es mi ración diaria de humor; es imposible no reirte de alguna noticia despues de leer las 4 hojas del Granma o Juventud Rebelde) o incluso voy a estudiar para algún examen que tengo. Ese día cuando fui estuve hablando con un diplomático que trabaja en la embajada de Italia como jurista. A pesar de que el hombre lleva aquí casi un año su dominio del Español es mínimo, por lo que tenemos que tratar de entendernos entre inglés, español y el poco italiano que se. Me estuvo comentando que anteriormente estuviera trabajando el la embajada italiana en Grecia (creo recordar Rodas), donde por lo que me contó parece que la isla es muy bonita pero con poca vida cultural. Despues me comentó: "No quisiera seguir mucho más en esta isla porque no soy capaz de adaptarme a esta temperatura, pero lo que verdaderamente voy a echar de menos va a ser la vida cultural de esta ciudad"

Y efectivamente tenía razón. Desde que he llegado he notado que en Habana tienes todo tipo de opciones para poder pasar el tiempo. En estas últimas semanas yo me he centrado fundamentalmente en cine, danza y humor.

Mi mes de cultura, como puedo llamar a este último, comenzó con la semana de cine joven italiano. Este estaba centrado en el director Paolo Virzí, del cual se proyectaron alrededor de 6 películas, de las cuales asistí a unas 4 y conocer al director en la primera de ellas. El director le daba a todos sus films una dosis de humor y otra de drama o realismo social, aunque esta última parte estaba muy exagerada con lo que creo que muchos de los cubanos se fueron del cine pensando que era mucho mejor trabajar en Cuba que en Italia. El día de la presentación acompañaba al director una actriz rubia bastante atractiva, pero a pesar de buscar una excusa para hablar con ella no encontramos ninguna; en la última película vimos como esa actriz era la protagonista de su última película, en la que interpretaba a una vendedora de productos por teléfono.

Despues de este ciclo pude ver en un cine la película Dr. Zhivago, que pertenece a ese género de películas que debes ver antes de morir. Solo se echaba un día en 2 sesiones, y en el cine anunciaba que se proyectaba por petición popular. Despues de ver durante 3 horas el film, no se me hizo tan largo como pensaba al principio y me extrañé de que dejaran proyectar la película en el país, pues con la censura existente suelen prohibir todas las películas que critican al sistema. Despues de hablar con un conocido mío me comentó que ese tipo de película se solían echar un día y sin avisar, que solo aparecía en un pequeño papel en la cartelera del cine. Me comentó que había pasado lo mismo con Habana Blues, la cual es también crítica y la cual tengo ganas de ver, tanto en TV como en cines.

Al acabar de ver la película anterior estuve hablando con el encargado del cine el cual conseguí convencer para que me regalara una invitación para la presentación de la película Glamour, de Frigyes Gödrös, la cual inauguraba la Muestra de Cine Húngaro Contamporáneo. Allá me fui con mis compañeros de costumbre y tuve la oportunidad de oir como el director del film nos comentaba la película antes de comenzar. Debo decir que esta fue de las mejores películas de la muestra, y que 4 de las 6 películas que exhibieron son recomendables, ya que las otras 2 eran una de cine experimental (donde no aguanté más de 20 minutos en el cine) y la otra era, como decía antiguamente, una americanada total. El ciclo duró 7 días y las películas proyectadas fueron Glamour, Un tanto América, Aire Fresco, Solo sexo y nada más, Hipo y La victoria del Amor.

Para acabar mi mes de cultura esta semana estoy asistiendo al XXI Festival de Ballet de La Habana. Solo he podido asistir a 2 funciones: el jueves al espectáculo flamenco de María Pagés, del cual quedé totalmente enamorado y me dejó ganas de ver más shows flamencos en el futuro y el siguiente de ballet internacional, donde destacó Don Quijote y el Jaleo Flamenco del Ballet de Murcia. Vimos bailar a Anette Delgado y a Joel Carreño, del Ballet Nacional de Cuba que dejaron con la boca abierta a más de uno. Sin embargo, en mi opinión, el espectaculo de la Pagés dejó una mejor impresión que este último.

P.D.: No se como se me pudo olvidar: todo este ciclo empezó con un bellísimo espectaculo de música: gracias a la labia que desarrollé aquí en Cuba (muy poca por cierto) pude convencer a un gerente del teatro para que nos dejara entrar a ver el espectáculo que Chucho Valdés ofreció en el Día Mundial contra el Hambre, ya que él es embajador de la buena voluntad de la FAO. El espectáculo fue prodigioso y Chucho demostró la fama que tenía ante mi y los VIPs de la Habana: embajadores, empresarios,... Me costó mucho creer que pudiera haber entrado a ver ese concierto y ahora solo faltaría verlo en acción con su padre Bebo, famoso recientemente por su dueto con Diego el Cigala al producir el disco Lágrimas Negras.

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