viernes, 7 de noviembre de 2008

Elecciones Americanas desde Cuba


Ya han pasado dos días desde las elecciones y parece que aún fueron ayer. Llevaba ya varios días esperando a que salieran, y hasta se le daba tratamiento diario en la prensa nacional Cubana. Tuve la oportunidad de hablar con Cubanos y americanos antes de la fecha.

Cuando hablé con una chica americana, que estaba de intercambio en la UH procendente de Harvard, es que estaba en un ambiente bastante hostil, aunque por lo que me comentó nunca tuvo problemas aquí. Ella me decía "Mira, yo voy a votar por Obama. Estuve intentando convencer a mis padres de que le votaran a él también, y lo hice diciéndoles que se imaginaran a Sarah Palin en el poder en caso de que McCain muriera." (posteriormente me comentaron que ella se le salieron las lágrimas cuando se enteró del resultado)


Hablando con los Cubanos todos coincidían en que querían que ganara Obama, aunque solo fuera de la remota posibilidad de que eliminara el bloqueo. Unos días antes de las elecciones, cuando fue la votación de la ONU, la prensa dio amplia cobertura al evento (por supuesto no pusieron para nada la entrevista que CNN hizo al Ministro de Relaciones Exteriores Pérez Roque, ya que hay preguntas controvertidas para éste). La cobertura de la prensa consistió en amplios artículos en el Granma y en el Juventud Rebelde, más un periódico tratando solo el tema del bloqueo y una pequeña edicción de viñetas gráficas totalmente dedicadas al país vecino.


Volvamos al día de las elecciones. Tuve oportunidad de seguirlas desde el aula de informática de la residencia, y a las alrededor de las 11:30 PM (hora de Habana o Nueva York) me enteré que Obama ya había sobrepasado los 270 delegados necesarios y que McCain había reconocido su derrota. Se lo comenté a alguna gente y la reacción general fue de alegría y de conformidad con el resultado, por los temas que antes mencioné.


Al día siguiente compré el Granma y Juventud Rebelde como de costumbre, y la mención fue mínima y los artículos que se dedicaron al tema se veía que estaban preparados con bastante antelación. En el Granma, a pesar de que se le dedicaba una página entera en el interior, en la portada apenas aparecía un pequeño recuadro en la esquina inferior izquierda (ese día al salir a la calle vi lo ingeniosa que eran los vendedores de periódicos y para vender los periódicos en vez de mostrar la portada mostraban la noticia). En el Juventud Rebelde se le daba un trato mucho menor, y aparecía mencionado en un recuadro pequeñito en la esquina superior derecha. En otros periódicos estatales ni siquiera apareció. Pensé que le darían mayor tratamiento al día siguiente (debido a que los periódicos aquí se cierran antes de medianoche), pero fue apenas insignificante. Me comentaron que se trató algo el tema en las mesas redondas que son transmitidas por TV, y que no albergaban esperanzas de cambio.


Ayer tuve la oportunidad de tomar algo con unas compañeras que estudiaban historia, y me comentaron algo que ya me había dicho más gente: "Realmente deberían quitar el bloqueo, pero si lo hacen, ¿a quien le echamos la culpa de los problemas del país?". Y efectivamente es cierto. En este país tengo la impresión que culquier problema se soluciona echándole la culpa al embargo, y mucha gente tiene desconociemiento de que su país compra alimentos por convenios que tiene con EE.UU. Incluso he oído que se echa la culpa de que el Internet el lento por culpa de eso, a pesar de que (como indica la Wikipedia en la entrada de Cuba) el país vecino le brindó la oportunidad de engancharse al cable oceánico que pasa a unos 30 km del Malecón Habanero.


Por otro lado por lo que pude leer en la prensa internacional al día siguiente, la Florida está cambiando. Los cubano-americanos de segunda generación ya forman una parte importante, y no les importan más la lucha contra Fidel, sino su propio futuro dentro de la nación en la que viven, mientras que la primera generación siguen en sus trece. Parece que con el paso del tiempo las cosas cambian: los jovenes de Miami se vuelven menos contrarrevolucinarios mientras los Cubanos menos revolucionarios.


Resumiendo: a pesar de que por la calle se inspira algo más de optimismo tras el resultado de las elecciones tengo la impresión de que no es nada fácil levantar el bloqueo, ya que en caso de que se hiciera puede que el gobierno Cubano lo rechace de alguna forma (tal vez defendiendo que son patrañas imperialistas o diciendo que es una estrategia de ellos para derrotar la revolución) y el Don Quijote que ocupe la presidencia no encuentre más molinos que combatir. Por suerte siempre queda la esperanza de esta nueva juventud, que Cubana debería aplicarse la frase célebre del Che: "Seamos realistas: exijamos lo imposible"

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