miércoles, 13 de agosto de 2008

Imprudencias o como empezó todo

La segunda entrada de este blog va a ser dedicada a los inicios.

Se puede decir que esta noticia fue el desencadenante de todo. Al levantarme un día y empezar la clase como cada mañana me sorprendí, como creo que lo hizo medio mundo.

Fidel Castro, el gobernante que más tiempo ha ejercido sus futuros, dimitía. En ese momento se lo comenté a mis compañeros de clase, todos noreteamericanos: les fue totalmente indiferente. Sin entrar en consideraciones políticas, era una noticia muy relevante, ya que hasta entonces una Cuba sin Castro no era Cuba.

Pensé en el pasado: todos los telediarios que había visto, ese hombre que no paraba de hablar, que dura más que un conejito de Duracell. Entre las muchas ideas que se pasaron por mi cabeza, me quedé con dos, que realmente se puede resumir en uno: el comunismo.

Durante mi formación, he tenido muchas asignaturas de Marketing (tristemente traducida al español como mercadotecnia, en mi opinión). ¿Como sería la experiencia de visitar un país donde había marca única?

También me he formado en producción y finanzas. ¿Como es un país donde sabes que tienes trabajo seguro y tu salario no depende de tu rendimiento? ¿Se puede vivir en un país usando dos divisas, donde no puedes utilizar la misma moneda para pagar una manzana y un champú?

En tercer lugar, la tecnología. Soy una amante de la tecnología, donde no paso un día sin conectarme a Internet, donde mis clases me exigen estar al día e informarme de las últimas novedades a través de Internet, donde no puedo pasar un día sin movil o sin conectarme a Gmail, Facebook, Meneame o a mi blog preferido...¿Existía vida antes de la tecnología? Me plantee un periodo donde recurriera a la tecnología lo mínimo posible.

Cuarto: el sistema. Solo he vivido en el capitalismo, en una sociedad en la que se vive con incentivos, y donde cuanto más avanzamos más nos encerramos en nosotros mismos, donde la gente vive pendiente del euribor y o del siguiente coche que se va a comprar. Teniendo en cuenta el bloqueo que han sufrido desde sus inicios, ¿Como vive la gente sin preocupaciones, donde tiene la comida asegurada por el estado?

Quinto: orígenes gallegas. En Galicia no pasa inadvertido que Cuba tiene mucho que ver en nuestro pasado: muchos gallegos han hecho fortuna emigrando a Cuba, y desde entonces hemos pasado a formar parte de su cultura. Los padres de Fidel Castro y Manuel Fraga son claros ejemplos de ello, ¿Por que no indagar en el pasado? ¿Por que no buscar rastros?

Sexto (y final): el país. Para no alargar, intentaré resumir en pocas palabras: Malecón, Habana Vieja, playas paradisíacas, mojitos, música, baile, puros, ron, helados, multietnia, Chevrolets,...

¿Quien se puede resistir este país?

En esos momentos estaba de intercambio en USA, que se podría considerar la antítesis de Cuba.
Comenté todos estos factores con mi compañero de habitación, un genio alemán con el que hice una gran amistad. Despues de esto le comenté que mi universidad, la USC, tenía un acuerdo con el cual podía solicitar un intercambio con Cuba. En ese momento me dijo: "Si fuera tú, no lo dudaría. Ojalá tuviese yo esa oportunidad"

Empecé a pensar en esa posibilidad: le mandé un mensaje a un profesor que aprecio de la USC, comentandole la idea, ya que pensaba que era una idea loca. En una hora, me respondió:

NI LO DUDES!!
La oportunidad de estar en La Habana en una etapa tan interesante no tiene precio, y el país es, como tu dices, fascinante en muchos aspectos y con una población tremendamente culta.
¿Estaría loco? Me faltaba una tercera y opinión: el jefe de estudios de la Business School, un americano conocido por su seriedad, y que había visitado muchas partes del primer mundo.

Al comentarle mi idea, fue el quien me sorprendió a mi:

¿Dices que puedes ir a la Universidad de la Habana? Pues yo estuve allí hace dos meses, y fue una muy buena experiencia. Creo que es del todo recomendable

Entonces decidí solicitar la plaza. Era una locura: una plaza para 28.000 estudiantes matriculados. Decidí tambien pedir plaza para la otra universidad que se ofrecía en Cuba, que ofrecía dos plazas. Tenía tan pocas esperanzas que me concedieran una plaza, que ni siquiera se lo dije a mi familia: tenía pensado contarselo como una anécdota.

Paso el tiempo, hasta que llegó el 30 de Abril. Me levanté y tras revisar la bandeja de entrada de mi email, me entraron los nervios al ver un email de la oficina de relaciónes exteriores de mi uni:

Bo día,
Informámoste de que a túa solicitude para intercambio por convenio bilateral
foi aceptada.

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